Como pudisteis leer en la preparación SALMÓM NO AHUMADO, las piezas tenían dos grosores diferentes y con las partes mas delgadas hice este guiso de salmón.
La receta es más o menos la de un marmitako de bonito, sustituyendo el bonito por salmón.
Los ingredientes son los siguientes:
800 gramos de patatas cortadas.
media cebolla mediana
medio pimiento rojo
1 cucharada sopera de carne de pimiento choricero
100 ml de vino blanco
fumet de salmón
400 gr. salmón
sal y pimienta.
Con las pieles, las espinas y las zonas más grasa del salmón hacemos un fumet, añadiendo a una tartera media cebolla, un trozo pequeño de puerro, una rama de perejil, pimienta en grano y sal. Cubrimos con agua fría y ponemos al fuego. Una vez que empiece a hervir, bajamos la intensidad del fuego hasta el mínimo y lo dejamos durante media hora. Una vez pasado el tiempo lo colamos y mantenemos el caldo caliente.
En otra cazuela ponemos un poco de aceite y le añadimos el pimiento rojo y la cebolla cortado en pequeños trozos, salamos y dejamos pochar, hasta que se ablanden las verduras.
Agregamos la cuchararada de pimiento choricero y las patatas, previamente peladas y cortadas en trozos, más o menos iguales, procurando "chascarlas", es decir, a la hora de cortarlas no llegar a hacer un corte completo sino romperlas en la parte final. Esto permite que en la cocción las patatas suelten el almidón y el guiso quede más espeso.
Salteamos las patatas y le añadimos el vino, dejamos que se evapore el alcohol y cubrimos las patatas con el fumet de salmón. Dejamos cocer unos 25 minutos, hasta que las patatas estén blandas. Los últimos cinco minutos añadimos el salmón en pequeños trozos y dejamos cocer. Toda la cocción debemos hacerla a fuego muy suave, para evitar que las patatas se rompan.
Para estos días de invierno es un guiso muy reconstituyente, fácil y barato.