
Aprovechando la receta anterior podemos utilizar la masa sobrante para hacer una focaccia, ese pan italiano plano, aceitado y esponjoso, al que le podemos agregar múltiples ingredientes.
Como digo tomando como base la masa de la empanada, la amasamos de nuevo y le añadimos un poco de aceite y las hierbas que nos gusten, en este caso orégano y tomillo. Una vez integrados los ingredientes dejamos reposar la masa, tapada, al menos una hora.
Transcurrido el reposo la volvemos a amasar y la extendemos sobre una plancha de horno y presionamos sobre ella con nuestras yemas de los dedos, dejando unos pequeños hoyuelos característicos. Le ponemos más aceite por encima y dejamos reposar otra hora.
Pasado el reposo le ponemos por encima más hierbas y en mi caso unos tomatitos sherry cortados por la mitad y sal en escamas por encima, metemos al horno durante 30 minutos más o menos (depende del horno, como siempre) a 200 º centígrados.
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